Mamiya C3, el tanque.
Review de una TLR.
Algunos ya conoceréis mi afición a la fotografía analógica y a la compra compulsiva de cámaras antiguas, así voy a escribir algunos artículos sobre este tema. Hoy os voy a enseñar una de mis cámaras favoritas, se trata de una Mamiya C3 de 1962.
La compré por wallapop hace unos meses y solo he tirado tres de carretes con ella, entre ellos los retratos de nuestro equipo y salió en nuestro vídeo de portada: https://garibaldicomunicacion.com/equipo/
Los resultados me han sorprendido mucho!
Es el primer diseño de cámara con doble objetivo intercambiable, todo un hito en la época.
Funcionamiento, pros y contras.
Se trata de una cámara TLR (twin lens reflex), es decir, que tiene dos objetivos y un espejo. La imagen que produce el objetivo superior es reflejada 90 grados y se ve en un vidrio esmerilado que tiene la cámara es su parte superior, como en casi cualquier cámara de formato medio. Esta imagen se usa para componer la imagen y enfocarla. El objetivo inferior directamente expone la película fotográfica y es de mayor calidad que el superior.
Este sistema tiene un gran punto a favor, al no tener un espejo móvil como en las SLR, cuyo espejo bascula durante la toma dejando pasar la luz a la película, no hay ningún movimiento dentro de la cámara.
No vibra nada al hacer la foto, produciendo unas imágenes significativamente más nítidas que en una reflex normal. Estas sufren del conocido como mirror slap, el golpeo que produce el espejo al subir y bajar que produce una vibración que a bajas velocidades hace que la foto salga trepidada. Otro punto a favor es que, por su diseño, la película viaja recta a través de la cámara, aunque yo no haya notado la diferencia con otras cámaras donde la película tiene que hacer un giro muy pronunciado, hay gente que dice que tener la película doblada hace que la foto pierda nitidez.
Tiene también un gran punto en contra, la imagen final que se proyecta sobre la película no es exactamente igual que la que se ve en la pantalla de enfoque, ya que los dos objetivos están separados unos milímetros. Esto no es significativo en absoluto enfocando lejos o al infinito, pero para fotografía de retrato hay que contar con ese error de paralaje y dejar un poco más espacio en la parte alta de la fotografía del deseado, ya que la foto final va a estar un poco más baja.
Los modelos posteriores de Mamiya fueron equipados con una aguja que marca dónde se corta la foto en función del punto de enfoque, si enfocas muy cerca la aguja baja y si enfocas más lejos sube. Un modo rudimentario pero efectivo para compensar el error de paralaje.
Este hecho hace que no sea una cámara muy práctica para macro, una pena pues tiene un fuelle que extiende la longitud de la cámara y permite un enfoque muy cercano sin necesidad de objetivos macro.
Está cámara produce 12 imágenes de 6×6 en carretes de 120, más exactamente de 56x56mm en película de formato medio, muy superior al 36×24 del carrete de 35mm y cámaras digitales full frame, esto se traduce, sin entrar a complicaciones técnicas, en mucha más nitidez en la imagen final ya que el grano de la película es más pequeño en relación a la imagen final. Una analogía decente sería comparar una cámara digital antigua de, por ejemplo 5 megapíxeles con una moderna de 42. Cuantos más elementos forman la imagen, menos aparentes son estos y permiten recortes más agresivos manteniendo la calidad.
Otra característica de tener más superficie fotosensible es que la imagen da una sensación de profundidad mayor que en formatos más pequeños, si se captura la misma imagen final con la misma apertura en una cámara de 35mm y con una de formato medio, la profundidad de campo será menor en la de medio formato, creando un fondo más desenfocado y aislando y separando al sujeto del fondo aportando esa tridimensionalidad.
Resulta una cámara muy sencilla de usar, cargas la película, giras la manivela hasta que ya no deja girar más y la primera foto ya está lista. Cargas el obturador y listo. Permite dobles exposiciones girando una pestaña que tiene dos opciones ROLL FILM o SHEET/MULTI EXP.
Con esa segunda opción selecionada, permite cargar el obturador y volver a disparar tantas veces como se quiera sin necesidad de correr la película. En el modo ROLL FILM solo deja accionar el obturador una vez, previniendo así las dobles exposiciones no deseadas.
Yo estoy más acostumbrado a cámaras que corren la película al mismo tiempo que cargan el obturador y me ha pasado en varias ocasiones ir a disparar y tener el obturador bloqueado por no haber pasado la película
Esto no es un gran problema, ya que no es una cámara que vaya a usar para fotografía callejera donde pueda perder una foto, es una cámara pesada y no es la más ergonómica del mundo. No está pensada para fotografía rápida.
Lo que menos me gusta de esta cámara es la pantalla de enfoque, que tiene un cristal demasiado grueso, siendo la imagen proyectada en él demasiado débil y dificultando un poco su uso a plena luz del día.
Quitando este hecho es una cámara maravillosa, poco tiene que envidiar a las hasselblad. Construida como ninguna cámara actual (incluso yo pude arreglar un problema con las velocidades lentas!), con 58 años de funcionamiento, que saca unas fotos con una calidad que las cámaras digitales hace poco que alcanzan.
Si os interesa este tema, recomiendo la web de Graham Patterson, la biblia de las mamiyas TLR. http://www.tlr-cameras.com/Japanese/Mamiya.html